Consejos para el bienestar y la salud mental de los profesores

La ansiedad, el estrés, la depresión y otros trastornos mentales se han convertido en una parte aún mayor de la realidad de la salud mental de los profesores durante la pandemia de Covid-19. La carga emocional se veía muy afectada por varios factores a la vez: empezando por la preocupación por la propia enfermedad, pasando por los cambios de rutina impuestos por el aislamiento, hasta la necesidad de aparecer siempre bien ante los alumnos para garantizar su motivación.

 

Pero, ¿a quién le importa motivar a estos profesores? ¿Alguien de tu institución está estudiando esto? Históricamente, pensar y hablar de salud mental ha sido tabú, y más aún en sectores tan tradicionales como la educación.

 

Ahora, especialmente con la implantación de la Base Curricular Nacional Común (BNCC) y sus competencias, esta cuestión se ha convertido en algo mucho más cotidiano en los centros educativos.

 

En este artículo descubrirás un poco más sobre qué es y lo importante que es cuidar la salud mental de los profesores, así como algunos consejos sobre cómo hacerlo en la práctica. ¡Sigue leyendo y compruébalo!

 

¿Qué es la salud mental y por qué debemos tenerla en cuenta?

 

¿Conoces esa idea que se creó y difundió durante la pandemia de que era perfectamente posible mantener todo al día: el cuidado del hogar, el trabajo, la familia, los amigos, la rutina de ejercicios, la alimentación sana, la meditación, la lectura, el estudio, etc.? Pues bien, no es cierto y es crucial que la gente se dé cuenta de ello.

 

Si hacemos memoria y recordamos lo que vivíamos antes de la pandemia, nos damos cuenta de que la vida nunca fue así. ¿Por qué, entonces, sería posible hacerlo ahora durante la pandemia, cuando cientos de personas mueren cada día a causa de la enfermedad y nuestras rutinas han dado un vuelco?

 

Comprender que no siempre todo irá bien, y que eso es normal y saludable, es el primer paso para empezar a hablar de salud mental.

 

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un «estado de bienestar en el que una persona es capaz de disfrutar de la vida, trabajar y contribuir al entorno en el que vive, al tiempo que gestiona sus propias emociones». En la práctica, se trata de desarrollar herramientas y técnicas para afrontar las distintas emociones de la vida cotidiana (positivas y negativas) con el fin de tener una vida equilibrada.

 

Nos gustaría subrayar de entrada que no es algo sencillo, es un proceso de construcción, que para algunos lleva menos tiempo, para otros puede llevar años. Contar con el apoyo de los profesionales de la psicología en este camino es fundamental, y esto ya es un consejo extra que traemos aquí: los directores de los centros deberían profundizar en este tipo de conocimientos y organizar la institución de forma que se proporcione apoyo psicológico al profesorado de alguna manera.

 

Hay que prestar atención a la salud mental de los profesores, así como a la de los alumnos, porque son ellos quienes mantendrán la calidad de la educación en el país. Los profesores emocionalmente sanos son más capaces de preparar e impartir buenas clases, innovar y aportar ideas diferentes al aula y, en consecuencia, motivar aún más a los alumnos.

 

Es una buena red que sólo aporta beneficios. Ahora que conoces la importancia de prestar atención a la salud mental de los profesores, aquí tienes algunos consejos sobre cómo fomentarla y ponerla en práctica en tu organización.

 

Consejos para el cuidado de la salud mental de los profesores

 

No lo conviertas en un tema tabú

 

El primer paso para cuidar el bienestar y la salud mental de los profesores, y de cualquier otro grupo de personas o profesionales, es hablar abiertamente del tema y reconocer su importancia. No lo ocultes, no finjas que no existe, no lo minimices. En este sentido, basarse en la ciencia y en lo que dicen los profesionales de la salud es fundamental para difundir información correcta y ofrecer la mayor orientación posible.

 

Organizar la rutina

 

Puede parecer que se trata de una carga más entre tantas cosas que hay que mantener. Sin embargo, guiar a tu equipo docente para que organice una rutina que tenga sentido y sea cómoda para todos es fundamental para la salud mental de los profesores. Especialmente durante la pandemia, con todos los cambios que se han producido, es importante separar el trabajo de la vida personal mediante la rutina y la creación de horarios para cada tarea.

 

Practicar actividad física

 

La práctica de actividad física debería ser una sugerencia de atención a la salud mental de los profesores, no en el sentido de una carga, sino como un beneficio. Cuando el cuerpo se mueve, libera endorfinas, una de las hormonas relacionadas con la sensación de placer y que ayuda a combatir la depresión. Anima a tus profesores a incluir al menos media hora de ejercicio físico (puede ser incluso un simple paseo por el barrio, por ejemplo) tres veces por semana, y poco a poco el beneficio será tan grande que esta frecuencia aumentará de forma natural.

 

No estar disponible todo el tiempo

 

Se trata de un reto importante en el mundo de las interacciones virtuales, puesto que los que enseñan desde casa ya no tienen tiempo para ir y volver del trabajo. Todas las interacciones tienen lugar a través de dispositivos electrónicos, teléfonos móviles y ordenadores, y esto transmite la falsa sensación -y la consiguiente ansiedad- de que tienes que estar disponible todo el tiempo. Desde la creación de grupos de WhatsApp para responder a las preguntas de los alumnos hasta las reuniones fuera del horario de oficina: di no a estas prácticas e intenta animar a los profesores a que sólo trabajen durante las horas establecidas en el consejo 2, dentro de la rutina, que estaría destinada a ello.

 

Tener una red de apoyo

 

El último consejo es quizá el más importante desde el punto de vista de la salud mental de los profesores. No es fácil, como ya se ha dicho, hacer frente a todo, sobre todo en un momento de pandemia. Así que crea una red de apoyo para tus profesores y demuéstrales que es posible y necesario contar con ella. Fomentar más intercambios y puesta en común de dificultades y logros entre colegas, fomentar la búsqueda de apoyo profesional si tiene sentido para cada uno y establecer un canal seguro de comunicación para que los profesores se sientan cómodos compartiendo.

 

Es lo que dice el viejo refrán: todo se soluciona hablando. Y eso es exactamente lo que recomendamos que haga tu organización para cuidar cada vez más del bienestar y la salud mental de los profesores.