Dificultades para grabar vídeos, bajos índices de adherencia, menor rendimiento escolar. Estos son algunos de los retos a los que se enfrentan más de 2,6 millones de profesores brasileños durante la pandemia de coronavirus. Debido al distanciamiento social, se suspendieron las actividades escolares durante unos meses y se cerraron las escuelas, reanudándose las actividades a distancia.
Uno de ellos ha sido la aceleración de la adopción de nuevas tecnologías por parte de las instituciones educativas, pensando principalmente en aportar dinamismo y compromiso al entorno virtual de aprendizaje.
Para profundizar un poco más en este tema, en este artículo ofrecemos una visión general del escenario y mostramos cómo Inicie puede ayudar a los profesores durante este difícil periodo de la pandemia. ¡Compruébalo!
La necesidad de adaptarse
Para los profesores que llevaban años trabajando en las aulas, enterarse de la noche a la mañana de que la escuela se cerraría y se suspenderían las actividades fue una gran conmoción. Entonces, darse cuenta de que esta suspensión se convertiría en una adaptación permanente del proceso de enseñanza a distancia fue una realidad difícil de aceptar -y de adaptar- para muchos.
De ahí surgieron las necesidades primarias de estos millones de profesores que tuvieron que reinventar sus carreras para aprender a grabar vídeos y a impartir clases sincrónicas en línea. La distancia entre los alumnos y la intermediación de las pantallas se convirtió en un obstáculo importante para que se sintieran completamente satisfechos con esta nueva realidad.
Además de los cambios de comportamiento de los profesores implicados en este proceso, se ha puesto en práctica una auténtica revolución digital y un cambio de funciones y responsabilidades. Con la enseñanza a distancia, los profesores empezaron a utilizar recursos como Whatsapp, por ejemplo, para mantener un contacto más estrecho con sus alumnos, ya que no disponían de aula.
Así, se crearon grupos para las distintas clases de las escuelas, a través de los cuales los profesores enviaban vídeos, fotos, audios y otros mensajes para mantener a los alumnos comprometidos.
Sin embargo, los retos no acabaron ahí. Al fin y al cabo, 46 millones de personas, es decir, uno de cada cuatro brasileños, no tiene acceso a Internet, especialmente en la red pública. Para no excluir a estos alumnos del proceso de aprendizaje, otro recurso adoptado por los profesores fue crear folletos impresos con el contenido de las lecciones y dejarlos en la escuela para que los padres de los alumnos los recogieran, o llevárselos a casa cuando fuera posible.
Utiliza la tecnología especializada en tu beneficio
Los progresos realizados por los profesores y las escuelas durante este periodo no pueden compararse con la realidad que se perfilaba antes de la pandemia. La adopción de las tecnologías se ha acelerado mucho debido a la necesidad, y esto ha transformado la práctica educativa.
En este sentido, las instituciones han entrado en contacto no sólo con la tecnología, como el uso de apps y la digitalización de fotos de cuadernos con las tareas realizadas para enviarlas por correo electrónico, por ejemplo. Pero con tecnología especializada para la educación.
Puede que muchos ni siquiera supieran que existía este nicho dentro de la tecnología, pero empresas de todo el mundo ya están aplicando y confiando en estos recursos. Es importante aclarar que la tecnología para la educación es cualquier recurso tecnológico que se utilice con fines educativos.
Además, este tipo de tecnología cuenta con educadores detrás de su desarrollo y evaluación de funcionamiento, de modo que las comprobaciones de usabilidad las realizan quienes entienden y viven la realidad antes de ser transmitidas.
Otro aspecto que también cuenta con el apoyo de los educadores es el desarrollo de contenidos educativos para incluirlos en las rutinas escolares.