Una encuesta publicada por Nielsen Brasil, en colaboración con Toluna, mostró que el 42,8% de los brasileños consumen contenidos en streaming a diario y otro 43,9% lo hace al menos una vez a la semana. Esta tendencia, que se ha reforzado y acelerado aún más con la llegada de la pandemia y la necesidad de aislamiento social, no sólo se ha detenido en las películas y la música, sino que también ha llegado a la educación: el concepto se llama streaming educativo.
Se trata de una estrategia que cada vez tiene más sentido para el sector educativo, y especialmente durante la pandemia, se ha convertido en esencial. El streaming educativo consiste en transmitir contenidos educativos a través de plataformas de vídeo.
Así, ya sea mediante una suscripción pagada mensualmente por el usuario -como Netflix o Amazon Prime, por ejemplo- o mediante la compra de paquetes cerrados, los estudiantes tienen acceso a emisiones de contenidos totalmente online y de calidad.
En este artículo aprenderás un poco más sobre cómo se aplica en la práctica el concepto de streaming a la educación. Tomemos el ejemplo de Inicie, que ofrece más de 3.000 horas de contenido a través de su plataforma totalmente online y digital.
Qué es el streaming educativo
La función de streaming consiste en la transmisión controlada de contenidos a través de una plataforma educativa online. Ya sea vídeo -como Netflix y Amazon Prime- o audio -como las plataformas Spotify y Deezer-. Esta configuración caracteriza la producción y difusión de contenidos bajo demanda, y la generación de esta demanda procede de los usuarios que están al otro lado del mostrador suscribiéndose a este servicio.
La gran ventaja de este formato reside principalmente en la variedad de contenidos que se ponen a disposición sin que el usuario tenga que comprar cada uno de ellos individualmente, pero también en la flexibilidad de poder consumirlos según su disponibilidad e interés.
Y lo mismo ocurre con el streaming educativo, que no es más que la transposición de este escenario al mundo de la educación. En los moldes tradicionales de la educación en Brasil, tenemos el ambiente escolar o universitario donde hay un profesor de pie y frente a los alumnos transmitiendo el conocimiento en ese tiempo/espacio. Los alumnos tienen que estar disponibles todas las mañanas, por ejemplo, y permanecer en clase y prestando atención durante un periodo de unas cuatro horas, dependiendo de la institución.
Después, como resultado de este proceso, se hacen pruebas y trabajos para medir cuánto de lo que se ha enseñado han aprendido, memorizado o asimilado realmente los alumnos.
El público en general ya sabe que este formato no es el más adecuado cuando se trata de procesos de aprendizaje, ya que hace poco por motivar o implicar a los alumnos. Y es en este contexto en el que han surgido iniciativas y plataformas de streaming educativo, en las que los profesores producen contenidos en consonancia con la Base Curricular Nacional Común (BNCC) y la empresa o institución responsable los pone a disposición en línea para que los consuman los alumnos.
Vale la pena señalar que este formato todavía no sustituye completamente a la educación reglada en Brasil, por lo que funciona como un apoyo y una experiencia extra. El proceso de aprendizaje mediante streaming educativo tiene lugar con el pleno apoyo de los profesores y educadores implicados, y puede ser a distancia o presencial.
Cómo funciona con las unidades curriculares de Inicie
La plataforma de streaming educativo de Inicie funciona a través del sistema de Unidades Curriculares e Itinerarios Formativos. Como tal, proporciona conjuntos de contenidos educativos, todos ellos ya adaptados a las directrices del BNCC, que pueden ser seleccionados por cada alumno, con el apoyo de sus profesores.
Este proceso tiene lugar de forma que los profesores asumen el papel de mentores y no necesariamente de poseedores de conocimientos, como en los modelos tradicionales. Además, los alumnos se convierten en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje, sintiendo que tienen el poder de elegir qué contenidos quieren consumir para profundizar en ellos.
Una vez más, es importante subrayar que existe un requisito mínimo y básico en cuanto a los conocimientos y habilidades que los alumnos deben tener al final de la escuela, y que esto no es una opción para ellos. Lo que el streaming educativo permite, en cambio, es una experiencia de aprendizaje actualizada y personalizada que proporciona una mayor autonomía dentro de lo que se puede elegir.
Además de este contexto, echa un vistazo a las demás ventajas de utilizar el streaming como herramienta para transformar la educación:
- permite una mayor interactividad y colaboración, especialmente cuando se retransmite en directo;
- proporciona un enriquecimiento tecnológico a las instituciones que lo aplican;
- las plataformas recogen datos sobre el consumo que pueden ser analizados por la institución para comprender qué es lo que tiene más sentido para cada público y cómo puede optimizarse;
- ampliar las posibilidades de aprendizaje, considerando que internet proporciona experiencias que no cabrían sólo en el aula.
El futuro de la educación reside en la tecnología, y el streaming educativo es un catalizador de este proceso.