Uno de los principales objetivos de la gamificación en la educación es aumentar el compromiso y despertar un mayor interés entre los alumnos por el proceso educativo. Su principal característica es que introduce elementos de juego en las rutinas de aprendizaje. Ya sea en clase, en actividades o en momentos colectivos.
Todo este escenario se ve enormemente facilitado por el uso de la tecnología en los entornos educativos, aportando mayores posibilidades para que los alumnos interactúen con el conocimiento.
Qué es la gamificación en la educación
La idea que subyace a esta metodología es introducir elementos que recuerden a esta idea en el entorno educativo, especialmente cuando se trata de actividades no lúdicas. Algunos ejemplos de lo que son estos elementos, para que quede más claro:
- crear avatares para los perfiles de los alumnos;
- puntos concedidos por las actividades realizadas;
- medición del progreso en las tareas;
- definición de retos dentro de la plataforma;
- clasificación de los edificios basada en las puntuaciones de los alumnos.
Así, estos elementos combinados con el proceso educativo construyen lo que se conoce como gamificación en la educación. Es importante destacar que la gamificación no requiere necesariamente la presencia de la tecnología para llevarse a cabo, pero puede tener grandes beneficios si es así.
Beneficios de la gamificación en la educación
Ahora que estás más familiarizado con el concepto de gamificación en la educación, probablemente te preguntes: ¿cómo ayuda esto a mi institución, a mi personal docente y a mis alumnos?
Ayuda de muchas maneras. Vamos a destacar aquí algunos de ellos, que son los más utilizados en los argumentos a favor de la implantación de la gamificación en la educación, pero puedes consultar libros y expertos para profundizar aún más. Otra opción recomendable es hablar con tus colegas que ya utilizan este proceso para conocer sus experiencias y saber cómo adaptarlo a tu realidad.
Ventaja competitiva
El beneficio más interesante que podría tener tu escuela, desde el punto de vista empresarial, es la ventaja competitiva sobre otras instituciones que no adoptan la gamificación en la educación. Especialmente debido a la pandemia de Covid-19 que ha asolado el planeta en los últimos años, ha habido que volver a aprender muchas cosas. Entre ellos, el formato de enseñanza.
La educación híbrida empezó a adoptarse de forma generalizada, ya que las escuelas estuvieron cerradas durante muchos meses y, para mantener el contagio bajo control, muchas escuelas optaron por no reabrir en persona, o por aplicar el modelo híbrido intercalando actividades presenciales con enseñanza a distancia.
En este sentido, la gamificación pone a tu institución por delante de la competencia porque aporta un gran dinamismo a las clases a través de diferentes herramientas que también pueden aplicarse en el modelo híbrido o a distancia. Esto destaca en el mercado.
Mayor interés y compromiso
Hace tiempo que se sabe que el modelo tradicional de educación ya no satisface las necesidades reales de los alumnos. Dicho esto, es esencial que te des cuenta de que tienes que cambiar y actualizarte. Esto ayudará a motivar, aumentar el interés y la implicación de los alumnos en el proceso de enseñanza y, en consecuencia, contribuirá a la retención de los alumnos.
Por lo tanto, introducir los conceptos de gamificación en la educación en las clases diarias puede ser un gran avance. La sana competencia que generan las funciones de gamificación hace que los alumnos se interesen más por participar, respondiendo a las preguntas y consiguiendo más puntos para ganar la clasificación, por ejemplo. Eso es compromiso y retención.
Mayor autonomía
En el caso de la autonomía, hemos identificado que se debe especialmente a la combinación de la gamificación en la educación y el uso de metodologías de aprendizaje activo. Así, además de sentirse motivados para llegar a lo más alto de la clasificación, los alumnos se dan cuenta de que tienen que hacerlo por sí mismos buscando el conocimiento.
Esto le ayuda a comprender mejor la importancia de perseguir lo que quiere, y también es positivo porque le permite buscar activamente el conocimiento y pensar en lo que más le interesa.